jueves, 11 de abril de 2013

DISPENSARIO DE SOROLI: “NO TE VENDO LA PARCELA, PERMANEZCAMOS JUNTOS”


La casa comunal de Soroli (Imagen de Huib Blom)
Soroli, como muchos otros municipios del partido judicial de Bandiagara, está situado en la meseta rocosa, con unas condiciones de vida muy extremas, debido a la escasa tierra de cultivo, la escasez de agua y los caminos intransitables. Está situada en una colina, que se divisa en el camino a Nandoly, donde la Fundación Polaris construyó el año pasado un dispensario y una maternidad. La vegetación que, en épocas pasadas era abundante, ha desaparecido prácticamente debido al aumento de la población y al aumento de la sequía. El acceso resulta muy complicado debido a la destrucción de las pistas por las lluvias torrenciales. Paradojas de los tiempos que corren, la cobertura de móvil es excelente.

Soroli, que es un nombre descriptivo en el dialecto dogón local, el bondou-so, significa: “No hemos vendido, permanezcamos juntos”. Como en tantas ocasiones en la etimología del vocabulario dogón, se hace referencia a la búsqueda de la armonía entre los vecinos y familiares. Parafraseando: no te puedo o no te quiero vender el terreno (el ganado, otros bienes, etc.) pero vamos a compartir la parcela, así viviremos ambos. El sentido de la solidaridad por encima de todo provecho personal. Soroli.

Algo por lo demás muy necesario y conveniente, dada la precaria situación económica de la zona. La economía de la aldea se basa en la agricultura, con una abundancia de huertos y verduras, mientras dura el agua. También ha habido mucha emigración al extranjero, con lo que el envío de divisas asegura una cierta prosperidad. El municipio dispone de sitios turísticos –un pequeño museo municipal y diversos lugares pintorescos, apreciados por los turistas muy visitados que ofrecían unos ciertos ingresos- desgraciadamente, debido a la actual situación, esto ha desaparecido completamente.

En cuanto a la educación: el número excesivo de alumnos, la falta de instalaciones y la distancia hasta la escuela representan los principales problemas. Aunque el municipio, no la aldea, dispone de un Centro de Salud Comunitario, el pésimo estado de las pistas impide el acceso de los habitantes al mismo. La ganadería, con el 35% de la población ocupada en este medio de subsistencia, también es otro de los factores para el desarrollo económico de la zona.

En este marco socioeconómico complicado y geográficamente inhóspito, la Fundación Polaris World acaba de iniciar la construcción del Centro de Salud Comunitario de Soroli, con el propósito de mejorar las condiciones sanitarias con la disponibilidad de unas instalaciones austeras y sencillas, pero eficaces. El nuevo Centro de Salud Comunitaria, cuya finalización está prevista en unos cuatro meses, deberá entre otros remedios disminuir la lacra de las enfermedades intestinales, debidos al consumo del agua insalubre. Como en la decena de centros de salud que la Fundación Polaris ha ejecutado en la zona, constará de un ala para maternidad, otro para dispensario y unas modestas instalaciones para gestión, farmacia y depósito de material.

Y de forma más genérica, mejorará las condiciones sanitarias de la zona, estando entre los principales objetivos: disminuir la tasa de mortalidad maternal e infantil, mejorar las condiciones de higiene de las poblaciones concernidas, aumentar la consultas natales y prenatales, incrementar los porcentajes de declaración de los nacimientos y defunciones

En cuanto a la viabilidad del proyecto, los peticionarios se comprometen a crear un comité de gestión que se encargue del buen uso y mantenimiento de las instalaciones, estando previsto que los usuarios paguen por las prestaciones recibidas.

Actualmente, el centro de salud más próximo se encuentra en Bandiagara, a unos 25 kilómetros, aunque los pacientes están adscritos a Bendieli (situado a unos 35 kilómetros). No obstante, la carencia de sendas o caminos practicables, la extrema dureza de las pistas que discurren en un terreno muy rocoso hace que la distancia –especialmente en la época de las lluvias- no sea transitable para nada. Menos en casos de urgencia.

El coste total del proyecto se sitúa en unos 40.000 euros, de los cuales la Fundación Polaris costeará 36.000, aportando el pueblo el resto, esto es, unos 4.000 euros, principalmente en especies, con la contribución de materiales y mano de obra. En total, el Centro de Salud Comunitario dará servicio a 5.630 personas, tanto del pueblo de Soroli como de los adyacentes: Kokolo, Timtombolo, Dologou, AnDjoumbolo, Golougou, Kaye, Domo, Kaza.

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