miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA RED INTEGRAL QUE UNE SEVILLA CON BANDIAGARA (MALI)

Equipo de Red Integral Solidaria en Mali (2010)

“El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos”, afirmaba Henry Ford que tan bien versado estaba en ambos aspectos. Red Integral Solidaria, la ONG sevillana, cuyo nombre, son profesionales de la informática, no podía haber sido mejor escogido, han decidido llevar a la práctica tal afirmación. Desde hace varios años han ejecutado varios proyectos en el norte de África y, últimamente, en Mali. Aprovechando sus desempeños profesionales y numerosos contactos con empresas del sector recuperan material en condiciones aceptables de uso, que ellos mismos ponen en perfecto estado de revista para ser usado, como si de nuevo se tratara, en escuelas de formación profesional africanas.

La disponibilidad de este material es, como resulta fácil suponer, todo un lujo para alumnos que ya de por sí tienen dificultades de escolarización, cuanto más para adquirir ordenadores o material similar. Si faltaba la guinda en la tarta de esta cooperación al desarrollo, que podríamos calificar como de un nivel más sofisticado, el grupo de amigos, pues básicamente la ONG está conformada por un pequeño grupo de conocidos del Aljarafe sevillano, la ponen con el soporte informático que ofrecen desde la misma ciudad de la Giralda, a miles de kilómetros de donde se han instalado los equipos. Esta red de solidaridad –nunca mejor dicho, en el sentido metafórico y literal- complementaria resulta esencial pues de otra manera, entre virus, manipulaciones poco adecuadas y desactualización del “software” se corre el peligro de que a los pocos meses, incluso semanas, de su instalación los equipos resulten inservibles.

Bandiagara es la capital del « país Dogón” en Mali, localizada en un altiplano rocoso cuya capita administrativa es Mopti, muy conocida por los turistas debido a su cercanía al impresionante acantilado del mismo nombre.  La población, unos 30.000 habitantes está constituida, como ocurre en el resto del país, por jóvenes, en la zona mayormente de las etnias dogón y peul (pastores trashumantes). La formación de estos jóvenes, el grado de escolarización es relativamente algo, es impartida en un instituto público, una escuela pública, tres privadas. Además se está construyendo un centro de formación profesional. 

El acceso a los medios informáticos es prácticamente inexistente, salvo por una pequeña sala de ordenadores montada en la parroquia católica, gracias a los esfuerzos del cura, Pascal Kapilimba, quien se las ha apañado, mal que bien, para acarrear desde Europa una decena de ordenadores, como se suele decir, “cada uno de su padre y de su madre”. Dado que constituye la única sala de formación para los muchachos, el sobreuso y dificultades para actualizar el “software” está haciendo que los equipos funcionen, cuando funcionan, cada vez peor. Pese a todo, el responsable del centro, Jacques Guindo, se las arregla para impartir cursos a los que los chicos ávidos, asisten asiduamente.

Aquí entra en escena la Fundación Polaris World, en esta ocasión como mera intermediaria para hacerse cargo del transporte (el envío de un contenedor de 20 piés puede costar unos 5.000 euros y  más de un rompecabezas burocrático) desde España y gestionar, con el párroco, que los amigos de Red Solidaria Integral puedan instalar los equipos en las mejores condiciones posibles. Para ello, desde la Fundación se está gestionando el transporte, junto con material diverso que en las próximas semanas se prevé enviar a Bamako, la capital maliense y, desde allí, hacia el norte, a Bandiagara, situada a 700 kilómetros. No obstante, el envío del material se puede demorar pues la situación política en el país subsahariano es muy inestable, se habla de una inminente intervención militar, con lo que el material se enviará cuando haya una cierta garantía de que llegará sano y salvo a su destino. De hecho, Bandiagara está situada en lo que se podría denominar “frontera” con la parte del desierto ocupada por los extremistas islámicos.

Si todo va bien, en unas semanas la parroquia de Bandiagara, el compromiso es que el centro esté abierto a los muchachos de la ciudad, sean o no católicos, dispondrá de 22 ordenadores, más los 10 que ya posee en la actualidad. De esta forma, algunas de las clases en las que participan entre 60 y 80 alumnos resultarán más fáciles de impartir. Si la disponibilidad económica lo permite, se instalará, asimismo, un proyector para facilitar la impartición de la enseñanza a tan gran número de alumnos al mismo tiempo.

Los beneficiarios del proyecto serán los jóvenes de la escuela privada, los de las dos escuelas públicas de la ciudad y los adultos que manifiestan un interés en aprender la informática. De esta forma, gracias al esfuerzo y conocimientos técnicos de Red Solidaria Integral, con el modesto apoyo logístico de la Fundación Polaris World, se pondrá al alcance de la juventud bandiagarense las herramientas informáticas dignas para que se abran al mundo de la tecnología, todavía « incognita terra » para muchos de ellos. El objetivo es conseguir que parte de los alumnos que reciban la formación académica puedan usarla después para sus pequeños negocios, ya que estos conocimientos constituirán un valor añadido para gestionarlos.

La viabilidad del proyecto esta garantizada por el gran numero de jóvenes que quieren aprender. Como todo aprendizaje pide un esfuerzo, a los beneficiarios de la formación se les pedirá una pequeña aportación monetaria con el objetivo de asumir el mantenimiento del material informático y el salario de los formadores. La parroquia –cuya credibilidad en materia de gestión esta mas que confirmada- se encargará de la gestión de la sala. Sala que dado el interés que los propios jóvenes ponen en ella para su mantenimiento y limpieza, no tiene nada que envidiar a cualquiera de las existentes en Europa para fines similares.Salvo que la obsolescencia de los equipos y el mantenimiento de los mismos no es el ideal.

Desde las riberas del Guadalquivir, Antonio Gil y su equipo de expertos informáticos de Red Solidaria Integral, se encargarán que los equipos funcionen correctamente para que los chavales de Bandiagara tengan una oportunidad profesional única porque como decía el genial fabricante del Ford T, el verdadero progreso es poner la tecnología al alcance de todos. Especialmente de aquellos que, de otro modo, jamás tendrían acceso a la misma.

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