lunes, 28 de febrero de 2011

Agua con altura en el desierto de Mali para personas, ganado y...cocodrilos

El pueblo de Douna Pen está situado en una zona totalmente desértica en el África subsahariana, cerca de la frontera de Burkina Faso, situado a 250 km. de Mopti y a más de 1.000 de Bamako, la capital del país. El pueblo está compuesto de dos etnias principales: los peulhs y los dogones, ganaderos y agricultores, respectivamente. Cuenta con más de 8.000 habitantes, sin contar los animales (ovejas, cabras, vacas y más de una centena de cocodrilos, los cuales, obviamente también necesitan agua para sobrevivir) que constituyen uno de los principales sustentos de los habitantes.



La actividad principal de las mujeres y los niños consiste en salir a buscar el agua en carretas (con bidones de 20 litros) por todos los pueblos de los alrededores. Esta tarea es cotidana. La falta de agua en Douna es permanente, a lo largo de las diferentes estaciones, por lo que las enfermedades se multiplican, tanto las diarreas como otras enfermedades ligadas a la falta de agua. Durante la estación de las lluvias, la población usa el agua empantanada para el consumo.



En numerosos hogares se producen divorcios a causa de la falta de agua. Numerosas familias no pueden preparar adecuadamente los alimentos debido a la carencia de agua. Debido a que todas las personas capaces pasan la mayor parte de su tiempo buscando agua, es muy difícil que haya un desarrollo mínimo entre los jóvenes y adultos, menos aún entre los niños. Además, esta situación crea dificultades y tensiones con los pueblos de los alrededores.



La construcción de este gran depósito, con capacidad para 20.000 litros de agua, financiado en su mayor parte por la Fundación Polaris World, permitirá al pueblo mejorar su salud y dedicar más tiempo a actividades rentables que les permitan obtener algunos ingresos para mejorar su calidad de vida y un pequeño desarrollo económico y social, lo que permitirá una mejor cohesión social entre los pueblos y aldeas de la zona. Aunque inicialmente se pensó en la posibilidad de excavar un pozo de gran diámetro, ésta es una tarea complicada porque hay que excavar a más de 75 metros de profundidad con lo que los costos serán muy elevados.



La mejor opción ha sido aprovechar una excavación en forma de pozo artesiano, realizado hace varios años por otro organismo. Desgraciadamente, esta perforación ha estado inutilizada porque no hay depósito de agua en altura ni bomba para extraer el agua, localizada ya a más de 100 metros. El proyecto, finalizado hace unas semanas, ha consistido, esencialmente, en la instalación de una bomba de extracción movida por energía solar, la construcción de un depósito de agua en altura, con capacidad para 20 metros cúbicos, construido en hierro, para almacenar y poder distribuir el agua con facilidad, complementado con la construcción de varias fuentes para distribuir el agua, tanto a las personas como a los animales, dado que la población supera las 8.000 personas.



Con un mejor acceso al agua potable se evitarán las tareas de búsqueda de la misma en zonas alejadas del pueblo con lo que las mujeres y los niños dispondrán de mucho más tiempo para labores domésticas o en el campo, mientras que los niños podrán acudir a la escuela. Asimismo, se luchará contra las enfermedades ligadas a la falta de agua potable, se facilitará la vida familiar, evitando los divorcios, se favorecerá el desarrollo económico y social de la población, se pondrá fin a .a las tensiones con los otros pueblos de los alrededores, cuando los niños y los jóvenes van a buscar el agua, se dejará .de consumir el agua empantanada e insalubre recogida durante la época de lluvias. Y, aunque quizá no tan importante, pero para nada desdeñable, hasta los cocodrilos podrá disfrutar con más tranquilidad de la época seca.



Se ha puesto en marcha un sistema de gestión para conseguir que haya un mantenimiento adecuado de las instalaciones. Esto se llevado a cabo con el acuerdo de las autoridades políticas que han insistido en repetidas ocasiones sobre la necesidad de disponer de agua potable. Para obtener unos mínimos fondos de mantenimiento, se decidirá, en un futuro próximo, sobre la posibilidad de cobrar una pequeña cantidad a los usuarios.



El costo total del proyecto ha sido de 37.750 euros, de los cuales, la población local, principalmente en mano de obra, han contribuido con 3.048 euros. Por ello, la financiación final de la Fundación Polaris ha ascendido a 34.755 euros

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